The webinar aims to advocate for a democratic transition free of corruption and vested interests, prioritising the common good. Join us in this important conversation for democracy and peace in Haiti and beyond.
This webinar is supported by the Center for Pastoral Action Programs and Networks (Ceprap) of the Latin American and Caribbean Episcopal Council (Celam).
In an interview with Celam, Martha Inés Romero, Secretary General of Pax Christi International, highlighted the webinar’s goal, which is to raise awareness and draw attention to the crisis in Haiti among the peoples of Latin America and the Caribbean. The discussion will address issues such as the presence of weapons among young people, democratic violations, and the influence of external factors, particularly from the United States, where many weapons originate.
You can find below the interview (in EN, ES, and FR).
1. What are the ways to build democracy in Haiti, especially when a Presidential Transitional Council has been constituted?
The recent OAS resolution to accompany a process of transition to democracy is important, but insufficient. The recent historical reality shows us that some of the main political forces have not honored their commitments to the nation, due to evidence of corruption, drug trafficking and, according to Insight Crime and others, some have contributed to young people arming themselves and forming the “gangs” that have now devastated the country.
The Catholic Church and other civil society organizations have clearly stated that any solution for Haiti must start from the people in Haiti, with respectful and collaborative accompaniment from the international community. And civil society has a voice and leadership that has been challenged by the exacerbated violence.
Therefore, the Webinar aims to elicit some inputs for reflection, but also for action in this time of “transition”.
2. Beyond talks and days of prayer ( which are very important, by the way), what concrete actions do you think should be taken to change the reality in Haiti?
I do not want to anticipate the reflections and proposals that will come out of the Webinar. I can affirm that any solution must significantly consider the voices of civil society, including the Catholic Church, other Churches and ancestral beliefs that believe in Just Peace for Haiti.
Second, concrete actions must include a comprehensive plan in one of the most impoverished countries in the world, including three phases: 1. crisis response, 2. monitoring the implementation of transitional arrangements, including the voice of civil society, not just political parties, and 3. a phase of restoration – moral, economic, political, cultural, etc.
Continue to put pressure on the United States, together with US civil society – some of whom were present at the Webinar – to control the arms that leave the country and, as has already been shown, fall into the hands of young Haitians.
3. In the midst of this crisis, what is your call to re-activate hope in a people so hard hit by crises at all levels?
The people in Haiti are good and hardworking; that is why we have questioned the slave labour of the workforce not only by landowners in the Dominican Republic, but also in Brazil and other contexts.
The role of the international community is very important – in the transition and restoration of Haiti: the United Nations, the OAS, the European Union, but also of international civil solidarity and in this, as Pax Christi International and the network of Justice and Peace in the Latin American and Caribbean Patria Grande, we are committed to continue supporting, together with others.
It is therefore important, as a sign of hope, to continue to demand the application of the norms of international refugee law, to continue to advocate for the rights of Haitians, and to accompany medium-term return processes; this must be part of an agenda of hope.
We will also continue to promote the accompaniment of those initiatives that exist in Haiti itself: from social movements, from the Catholic Church and other Churches and ancestral beliefs, all committed to peace and justice, based on inclusion, respect for human rights and the strengthening of the Haitian population.
Haiti is capable of defining its future, through elections, citizen vigilance and spirituality, but this also implies accompaniment in various ways, from the international faith, non-governmental, governmental and intergovernmental communities, so that this Transitional Council truly honours the agreements to which it has committed itself and lays the foundations for a process of restoration.
1. ¿Cuáles son esos caminos para construir la democracia en Haití y más cuando se ha constituido un Consejo presidencial de transición?
La reciente resolución de la OEA para acompañar un proceso de transición a la democracia es importante, pero insuficiente. La realidad histórica reciente nos muestra que algunas de las fuerzas políticas principales no han honrado sus compromisos con la nación, por las evidencias de corrupción, narcotráfico y, según Insight Crime y otros, algunas han contribuido a que jóvenes se armen y conformen las “gangas” que ahora tienen asolado al país.
La Iglesia Católica y otras organizaciones de sociedad civil han dicho claramente que cualquier solución para Haití debe partir desde la gente en Haití, con un acompañamiento respetuoso y colaborativo de la comunidad internacional. Y la sociedad civil tiene una voz y un liderazgo que se ha visto retado por la violencia exacerbada.
Por ello, el Webinario pretende elicitar algunos insumos para la reflexión, pero también para la acción en este tiempo de “transición”.
2. Más allá de conversatorios y jornadas de oración (muy importantes por cierto), ¿qué acciones concretas considera que deban operarse para cambiar la realidad en Haití?
No quisiera adelantarme a las reflexiones y propuestas que saldrán del Webinario. Puedo afirmar que cualquier solución que se plantee, debe considerar de manera significativa, las voces de la sociedad civil, incluyendo a la Iglesia Católica, otras Iglesias y creencias ancestrales que creen en la Paz Justa para Haití.
Segundo, las acciones concretas deben incluir un plan integral en uno de los países más empobrecidos del mundo, que incluya tres fases: 1. la respuesta en crisis, 2. el monitoreo a la implementación de los acuerdos en transición, que contemplen la voz de la sociedad civil, no solo de los partidos políticos, y 3. una fase de restauración -moral, económica, política, de la vida cultural, etc.
Seguir presionando, junto con la sociedad civil estadounidense -algunos presentes en el Webinario, a los Estados Unidos, para un control de las armas que salen del país y, ya está evidenciado, caen en manos de jóvenes haitianos.
3. En medio de esta crisis, ¿cuál es su llamado para re-activar la esperanza en un pueblo tan golpeado por las crisis en todos los niveles?
La gente en Haití es buena y trabajadora; por ello hemos cuestionado el trabajo esclavo de la fuerza de trabajo no solo por parte de terratenientes en República Dominicana, sino también en Brasil y otros contextos.
Es muy importante el rol de la comunidad internacional -en la transición y en la restauración de Haití: las Naciones Unidas, la OEA, la Unión Europea, pero también de la solidaridad civil internacional y en esto, como Pax Christi Internacional y la red de Justicia y Paz en la Patria Grande Latinoamericana y Caribeña, estamos empeñados en continuar apoyando, junto con otros.
Por ello, es importante como signo de esperanza, seguir exigiendo la aplicación de las normas del Derecho Internacional para los Refugiados, seguir incidiendo por los derechos de las y los haitianos, y acompañando procesos de retorno a mediano plazo; esto debe estar en una agenda de esperanza.
Seguiremos también promoviendo el acompañamiento de aquellas iniciativas que hay en Haití mismo: desde los movimientos sociales, desde la Iglesia Católica y otras Iglesias y creencias ancestrales, todos comprometidos con la paz y la justicia, basados en la inclusión, el respeto por los derechos humanos y el fortalecimiento de la población Haitiana.
Haití es capaz de definir su futuro, desde lo electoral, desde la vigilancia ciudadana, desde su espiritualidad, pero ello implica también acompañamiento de variadas maneras, desde la comunidad internacional de fe, no gubernamental, gubernamental e intergubernamental, para que este Consejo de Transición realmente honre los acuerdos a los cuales se ha comprometido y siente las bases para un proceso de restauración.
1. Quels sont les moyens de construire la démocratie en Haïti, surtout lorsqu’un Conseil présidentiel de transition a été mis en place ?
La récente résolution de l’OEA pour accompagner un processus de transition vers la démocratie est importante, mais insuffisante.
La réalité historique récente montre que certaines des principales forces politiques n’ont pas respecté leurs engagements envers la nation, en raison de preuves de corruption, de trafic de drogue et, selon Insight Crime et d’autres, certaines ont contribué à ce que les jeunes s’arment et forment les « gangs » qui ont aujourd’hui dévasté le pays.
L’Église catholique et d’autres organisations de la société civile ont clairement indiqué que toute solution pour Haïti doit partir du peuple haïtien, avec un accompagnement respectueux et collaboratif de la part de la communauté internationale. La société civile a une voix et un leadership qui ont été mis à mal par l’exacerbation de la violence.
C’est pourquoi le webinaire vise à fournir des éléments de réflexion, mais aussi d’action en cette période de « transition ».
2. Au-delà des discussions et des journées de prière (très importantes), quelles actions concrètes devraient être entreprises pour changer la réalité en Haïti ?
Je ne veux pas anticiper les réflexions et les propositions qui sortiront du webinaire. Je peux affirmer que toute solution doit prendre en compte de manière significative les voix de la société civile, y compris celles de l’Église catholique, des autres Églises et des croyances ancestrales qui croient en une paix juste pour Haïti.
Deuxièmement, les actions concrètes doivent inclure un plan global dans l’un des pays les plus pauvres du monde, comprenant trois phases : 1. la réponse à la crise, 2. le suivi de la mise en œuvre des dispositions transitoires, y compris la voix de la société civile, et pas seulement des partis politiques, et 3. une phase de restauration – morale, économique, politique, culturelle, etc.
Continuer à faire pression sur les Etats-Unis, avec la société civile américaine – dont certains étaient présents au webinaire – pour contrôler les armes qui sortent du pays et qui, comme cela a déjà été démontré, tombent entre les mains de jeunes haïtiens.
3. Au milieu de cette crise, quel est votre appel à réactiver l’espoir dans un peuple si durement touché par les crises à tous les niveaux ?
Le peuple haïtien est bon et travailleur ; c’est pourquoi nous avons contesté l’esclavage de la main-d’œuvre par les propriétaires terriens en République dominicaine, mais aussi au Brésil et dans d’autres contextes.
Le rôle de la communauté internationale est très important dans la transition et la restauration d’Haïti : les Nations unies, l’OEA, l’Union européenne, mais aussi la solidarité civile internationale et, à cet égard, en tant que Pax Christi International et le réseau Justice et Paix de la Patria Grande d’Amérique latine et des Caraïbes, nous nous engageons à continuer à soutenir, avec d’autres, les efforts de la communauté internationale.
Il est donc important, en signe d’espoir, de continuer à exiger l’application des normes du droit international des réfugiés, de continuer à défendre les droits des Haïtiens et d’accompagner les processus de retour à moyen terme ; cela doit faire partie d’un agenda d’espoir.
Nous continuerons également à promouvoir l’accompagnement des initiatives qui existent en Haïti même : des mouvements sociaux, de l’Église catholique et d’autres Églises et croyances ancestrales, toutes engagées en faveur de la paix et de la justice, fondées sur l’inclusion, le respect des droits de l’homme et le renforcement de la population haïtienne.
Haïti est capable de définir son avenir, à travers les élections, la vigilance citoyenne et la spiritualité, mais cela implique également un accompagnement sous diverses formes, de la part des communautés internationales religieuses, non gouvernementales, gouvernementales et intergouvernementales, afin que ce Conseil de transition honore réellement les accords auxquels il s’est engagé et jette les bases d’un processus de restauration.